Superación Personal
El niño hambriento
Hoy me desperté con la vista de unas orejitas peludas de color marrón descansando sobre mi almohada, mirando por la ventana hacia el sol naciente y el cielo azul claro del otoño. El día tenía tanta esperanza.
La esperanza puede engañar.
No importa cómo, ni por qué, terminé en un ciclo de atracones y purgas que destruyen el alma; las razones son muy parecidas a las de todas las demás ocasiones. Carezco de las habilidades emocionales para afrontar la vida.