¿Cómo ganar y perder con dignidad?
Martin Luther King Jr.ha dicho: 'La medida máxima de un hombre no es lo bien que lo hace en momentos de comodidad y conveniencia, sino en momentos de pruebas y tribulaciones'.
La vida está llena de altibajos, y todos están librando su propia batalla; a veces ganan, a veces no.
Pase lo que pase durante la pelea retrata cuán hábiles fueron los luchadores, pero cualquier cosa que suceda como consecuencia retrata qué tipo de personajes tienen los bandos ganadores y perdedores.
Aquí hay algunos consejos no solicitados pero vitales para ganar y perder con dignidad, y abstenerse de ser un ganador arrogante o un perdedor enojado y odioso.
¿Cómo ganar con gracia?
Dar crédito-
No ganas del todo si no ganas corazones.
Una persona humilde siempre da crédito al equipo y a aquellos que ayudaron a que la victoria sucediera, incluso cuando él es el único responsable de la victoria.
Todas las personas que, en el camino, te motivaron, te dieron coraje, amabilidad, o simplemente se quedaron a tu lado, merecen recibir el elogio por todo lo que hicieron.
Celebre con gracia
Siempre ha habido un ganador y un perdedor, pero si celebras tu victoria usando gestos inapropiados y frotándolos en la cara de tu oponente, solo dará un impulso a tu ego y te mostrará como un egoísta engreído.
Debes esforzarte por celebrar como un verdadero deportista o un realista, cuando se trata de las batallas de la vida.
Los esfuerzos del perdedor
Siempre habrá el lado perdedor, culpándolo a su suerte. Lo que usted, como ganador, debe hacer es mostrar empatía hacia ellos. Sea amable, inspire, estreche las manos del equipo caído y felicítelo por sus esfuerzos. Te dieron una pelea, y aunque te defendiste con mejores golpes, ellos también estuvieron allí.
No menosprecies al perdedor
La forma de regocijarse por su victoria es desistir de cualquier forma de castigar más al perdedor.
No seas tan descarado, tan audaz, tan arrogante, que en lugar de inspirar al mundo, mostrarles lo débil que eres como ganador, no hará que tu victoria sea más real.
La victoria es suficiente, no te burles y menosprecies a tus rivales después de derrotarlos. La falta de empatía y compasión nunca te presenta como el verdadero ganador después de todo.
Diles que eran un enemigo digno
Tu rival dio la pelea para ganarla, así que asegúrate de hacerle saber que era digno.
Aunque seas humilde o empático, no demuestres que la victoria no significa nada para ti o que no merecías ganar. Ahora que eres el ganador, asegúrate de que el oponente sepa que tú también querías ganar, que también fue un gran problema para ti. Siéntete orgulloso de tu victoria, y así es como puedes ser un verdadero ganador.
Cómo perder con dignidad
Sea responsable de la pérdida
Luchaste, pero fallaste. Ahora no des excusas, no culpes al árbitro, al maestro, al oponente. Acepta la responsabilidad por las consecuencias de tu pelea.
Cada nube tiene un lado positivo, y cuando se trata de la vida real, no importa si llovió o no, alguien tiene que perder si alguien llega a ser el ganador.
Elogie las habilidades del ganador
Nadie respeta a un hombre que no abandona el campo con su dignidad intacta. Si tu oponente le mostró al mundo que es un gran ganador, ¡muéstrales lo genial que puedes ser en tu derrota!
Inclínese con gracia, elogie las habilidades del ganador, porque seguramente luchó mejor. Sea tan amable en su derrota, que salga como un ganador cuando se trata de inspirar a quienes lo admiran, en las buenas y en las malas.
Aprenda de su fracaso
Un hombre que no solo maneja los altibajos de la vida con gracia, sino que también aprende de sus fracasos, es el hombre que puede ganar las batallas más importantes del futuro. No dejes que la derrota te derrote.
Si debes salir, sal con verdadera valentía. Acepte sus pérdidas, aprenda de ellas y persiga y esfuércese por ser mejor. '¡Todo lo que duele, instruye!'
La vida es una batalla. Un viaje sin fin con una nueva competencia cada día. Depende de usted: puede dejar que la negatividad lo rodee, dejar que el odio, la ira o la arrogancia en sus vibraciones, o puede ser amable, auténtico, positivo y generoso, pase lo que pase.